viernes, 11 de septiembre de 2009

Grandes palabros del lenguaje mariano

Y no del lenguaje, Mariano. Como no sabía de qué escribir y me apetece actualizar el blog he decidido poner en común con vosotros esos aspectos erróneos de mi lenguaje que, sin querer (queriendo nos salen muchos: muchachada, sobacada, decenas de adas... que diría Filoctetes), me llevan acompañando toda la vida y que a estas alturas empiezo a identificar.

Después del famoso "ARRASCARSE" (verbo reflexivo que se refiere al propio rascamiento del ser mariano), han ido apareciendo otras palabras como "ALICUÉCANO" (que no existe a pesar de ser el apelativo preferido con el que mi tío Juan Ramón se refería a mi primo Fabio y a mí) que según un mejicano de un foro de por ahí significa piojo, pero que según la RAE no aparece en nuestro diccionario.

Aunque no sea mía la palabra, no puedo pasar por alto uno de los grandes vocablos que he escuchado en mi vida: "RAMPOSO" -> dícese de un terreno angosto y empinado por el que es difícil avanzar. Es decir, esa parte del terreno al que nosotros llamamos rampa y que Manu acertó en bautizar de esta manera. Porque quizá el diccionario te escupa a la cara si buscas algo así, pero el soniquete de la palabra (a mí me suena a una mezcla de rampa y dificultoso) te hace imaginar bien lo que nuestro máster quería decirnos en esa ocasión.

Y ya está, por ahora no se me ocurren más y me tengo que ir al cine con la Cris así es que un abrazo.