martes, 27 de abril de 2010

Ahora entiendo al niño loco alemán

Hay veces en las que unos cuantos días sentado frente a la pantalla del ordenador no tienen nada que ver con llegar sanos y salvos a la Puerta de Baldur o conquistar el Imperio Romano con los Julios.

Algunas veces usamos el ordenador como una herramienta de trabajo y la cosa da buenos frutos. Si, esa vez hace unos cuantos años cuando nos sentamos ante nuestros padres y les soltamos eso de "es que lo necesito para trabajar" no se la estábamos metiendo doblada... al menos, no del todo.

Pero, ¡tate!, el destino tiene muy mala leche y nos la devuelve en cuanto puede.

Dos semanas haciendo el puñetero curriculum en flash y resulta que, ahora, subirlo al blog se ha convertido en una misión imposible. Ahora mismo tengo ganas de estampar el ordenador contra la pared y después arrancarle todas las letritas de su precioso teclado una a una, para que sufra. Pero como el ordenador es nuevo sólo le voy a dar un toque de atención y de paso os pegáis unas risas con un vídeo de los que marcan época.

2 comentarios:

Athgaila dijo...

Jo, Marius, qué niño más chungo. Espero que la empatía no sea excesiva, que no te imagino rompiendo cosas y gritando con voz chillona a lo rambo asmático... No lo imagino ni quiero verlo, eh? Por si las moscas...
Bueno, cielo... que te quiero.
Un muaca gigantesco!!!

Unknown dijo...

Hoy estoy mucho más tranquilo, relajado. Sólo necesito que el Inter se salga por los custro costados y será un día curioso, jejeje