jueves, 20 de noviembre de 2008

Yo no voy a ver la entrevista

Érase una vez un país en el que sólo había dos canales.

El primer canal era para los mayores, en él se emitían las noticias, las tertulias, los programas de variedades y las pelis de dos rombos. El segundo canal era el de los dibus y los documentales. Y vio Felipe que era aburrido, y dijo: "hágase la televisión privada" y ésta, que tenía unas ganas tremendas de hacerse, se hizo.

Así es que vieron la luz tres nuevos canales de televisión a pesar de que ninguno de los tres cumpliera la ley: Antena 3 (que no la cumplía porque uno de sus accionistas poseía demasiadas acciones), Telecinco (esta no cumplía porque un socio extranjero no podía tener más del 25% y todos sabemos que el tito Berlusconi tiene el 51%) y Canal+ (que no la cumplía porque eso de ser un servicio público y a la vez ser una cadena de pago no casa muy bien, regalito de Felipe a PRISA).

Telecinco empezó siendo una copia de Mediaset, su hermana italiana: tetas, tiros y concursos. Por su parte, Antena 3 apostó por las series españolas, el cine y algún programa picante por las noches. El plus, bueno, yo no tenía el plus pero por lo que recuerdo era algo como la HBO española del momento.
Era una televisión que estaba empezando pero... ¡NO HABÍA PROGRAMAS DEL CORAZÓN! El único que recuerdo (si os acordáis de alguno más me lo decís) es el de Corazón, corazón y encima era en TVE.

Entonces... ¿Qué le pasó a tele?

Bien, desde mi punto de vista, el declive de la televisión se forjó con el programa más exitoso que hasta ahora ha pasado por las parrillas, Crónicas marcianas. Y no culpo a Sardá ni a los productores, ni siquiera a los directivos de la cadena, ellos hicieron lo que debe hacer una empresa, fabricar dinero. Los que incrementábamos la audiencia cuando Boris salía a hablar de los famosetes, con su vara y el "¡páralo Paul!" siempre en la boca éramos nosotros. Los que hablábamos de las burradas que le había dicho Coto Matamoros a la Hornillos en la mesa de debate, al día siguiente en el patio del colegio éramos nosotros. Y los que acabamos haciendo que Telecinco se convirtiera en líder de audiencia gracias a Crónicas marcianas, Gran Hermano y Supervivientes fuimos NOSOTROS.
Ser líder de audiencia no es un premio que te dan y tú colocas en lo alto de la chimenea para fardar delante de las demás cadenas. Ser líder significa que tú vas a ser el que marque los precios de la publicidad y te forres gracias a ello.
Pero a los señores de Antena 3 eso de que Telecinco se lleve toda la publicidad no les gusta un pelo, así es que en vez de plantear una alternativa a lo que ofrece la cinco... copian, que es mucho más barato. Ponen un programa del corazón.
Ven que funciona.
Ponen otro.
Telecinco pierde anunciantes (os lo repito, no les importa ser líderes de audiencia, lo que les gusta es ser líderes de beneficios) y pone un magazín por la tarde, con corazón y tertulia sobre sus "realities" para además, autopromocionarse.
Antena 3 vuelve a copiar, que sigue siendo más barato que cualquier otra cosa.
Telecinco contraataca con un magazín nocturno exclusivamente de corazón y Antena 3 vuelve a copiar la táctica.

(UN INCISO) Para que esta proliferación de espacios sea posible, son necesarios contenidos que los rellenen. Al principio estaba Ana Obregón, pero ella solita no podía llenar toda la parrilla (no digo que no le hubiera gustado) y la tele recurrió a lo que viene siendo más baratillo, el tonto del pueblo, el bufón o como se les bautizó por entonces... a los FRIKIS. Unos personajillos que se montaban sus películas para llevarse cuatro duros comparados con los millones que se llevaban las cadenas a su costa. Cuando los famosos de toda la vida se dieron cuenta de la pasta que se movía en este tinglado, se unieron al carro y desbancaron a Pozí, Tamara, Paco Porras o Toni Genil... que ahora no cobran ni el paro. Ellos son la gasolina que permite que los programas del corazón sigan funcionando.

Tras esta escalada de marujeo, nos vemos hoy en día con una parrilla televisiva más rosa que los vestidos de Fresita. POR NUESTRA CULPA.

El panorama es lamentable, pero lo que me ha lanzado a escribir esta parrafada (lo siento, ya termino) es que un tío llamado Julián Muñoz vaya a cobrar la burrada de euros que se va a llevar, porque le van a embargar si, una parte... la otra parte de la pasta, lo que va a cobrar en negro, la va a meter en su cuenta de Suiza o se lo va a dar a la Pantojita para que se lo meta bajo el colchón hasta que salga de la cárcel.
Así es que, desde aquí a los pocos que podáis leer estas líneas os pido/solicito/RUEGO, que no veáis la entrevista, por favor. Es la única manera de cambiar esta mierda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

OLE AHI ESA PARRAFADA MARIO, ACABAS DE HACER UN PEQUEÑO ESQUEMA DE LA PREGUNTA QUE NOS HACIAMOS TODOS: "¿CÓMO HEMOS LLEGADO A ESTO?" YO POR MI PARTE HACE TIEMPO QUE APORTO MI GRANITO DE ARENA PASANDO DE ESTOS PROGRAMAS QUE NI TIENEN INTERES NI APORTAN NADA A NADIE. SEÑORES!!! DEJEN A LA PANTOJA Y A CACHULI EN PAZ, QUE EL TOMATE ESTA BIEN MUERTO Y NI UNO NI OTRO NOS DA DE COMER, MAS BIEN AL REVES...

ANIMO A TODO EL MUNDO A QUE SE ENGANCHE A ALGUNA SERIE, CREO QUE PUEDE SER UNA MUY BUENA ALTERNATIVA (POR LO MENOS ES CREATIVA) A LA BASURILLA QUE HAY.

UN BESO PRIMUKIS

P.D: DE VERAS A ALGUIEN LE IMPORTA QUE COMPRA EN EL SUPER, O QUE GASOLINA UTILIZAN PERSONAJES COMO GONZALO MIRO O RAQUEL MOSQUERA???